El año pasado por estas fechas hice un
post con el famoso “Project Pan”, que
consistía en publicar productos que me proponía terminar durante el año para,
en cierta manera, obligarme a usar algunos olvidados u otros que quizá
necesitaban un empujón. Este 2020 he decidido no hacer ni Project Pan ni una
entrada específica para contaros cómo ha ido mi propósito porque, tal y como os
he contado en alguna otra ocasión, el año pasado no me he podido maquillar
tanto como acostumbraba ni como esperaba hacerlo cuando publiqué dicho post.
Sin embargo, hay muchos productos de maquillaje que sí he acabado y de los que
os voy a ir haciendo una mini review final sobre ellos.
Voy a empezar por la piel. Tal y como me propuse, he
acabado con la prebase de rostro
Shine Killer de Nyx. Tengo otras preferencias por encima de ella pero ésta
llevaba más tiempo abierta así que ha sido la que habitualmente he ido usando.
No me ha disgustado para nada, más o menos me ayudaba con el control de brillos
pero para una piel muy grasa prefiero la de Deborah porque ésta, a las horas,
se quedaría algo corta.
Correctores he
acabado el Liquid Camouflage Concealer de
Catrice que me ha
encantado tanto para disimular ojeras cuando las he tenido como para iluminar
la zona. Repetiría con él. Sin embargo, no repetiría con el Master Touch Concealer de Max Factor.
Me ha parecido sumamente ligero. Para quien tenga problemas de oscuridad en la
ojera no lo veo nada efectivo y para quienes buscamos dar luz a la zona
inservible.
De las
tres bases de maquillaje que
me propuse terminar sólo he podido con una (demasiadas abiertas…), aunque a mi
favor diré que he terminado otra más y es que, para dar con mi tono, he ido
mezclando ambas hasta que han llegado a su fin. Las afortunadas han sido la CC Cream Smart Make-up y la Illumi de Bell. Ambas me gustan mucho
por el acabado cubriente y natural que dejan en mi rostro, pero si tuviera que
decantarme por una sería Illumi, con la cual ya he ido repetiendo en más ocasiones.
Vamos con
cejas. Como lápiz he
terminado el 24Ore Brow Marker de
Deborah Milano, un rotulador con un aplicador de tres puntas que peinaba y
pintaba las cejas. Yo creo que por la textura tinte que tenía se ha acabado tan
pronto porque realmente no le he dado tanto uso porque no era mi tono de ceja.
No es un producto que me haya gustado especialmente, prefiero los lápices
normales o los fijadores con color, como los otros dos que he acabado. Los dos
son de Maybelline y son el Brow Drama (estaba en mi Project Pan) y
el Brow Precise Fiber Filler, una
versión antigua y otra más actual. A la mayoría del mundo le encanta el cepillo
más plano y con fibras más pequeñas del segundo, pero yo voy a contracorriente
en esta ocasión y me quedaría sin dudarlo con el cepillo redondeado del primero,
yo lograba más precisión. En cuanto a fijación y aporte de color no les pongo
ninguna pega a ninguno, me han ido bastante bien ambos para lo rebeldes que son
los pelos de mis cejas.
Seguimos
por los ojos y en mi orden
lógico estaría la prebase de sombras.
Acabé con el Mineral Eyeshadow Primer de
Elf que tanta gente recomendaba pero que yo he “odiado”. Muy económico
pero, en mis párpados, poco efectivo, en especial en verano. Me salían pliegues
como si no me hubiese aplicado prebase así que es un producto que no me
apetecía usar porque sabía que no iba a encontrarme cómoda con el estado de mi
maquillaje. Hay prebases buenísimas a precio muy económico también, como la de
Milani, así que no repetiría jamás con la de Elf.
Retiro,
aunque no se ha llegado a acabar del todo, la sombra de ojos en crema 05 de las Liquid Colour Eyeshadow de Kiko. Se
ha secado completamente y ya no sale producto. Es una pena porque era un tono
coral que me gustaba usar por sí sólo en maquillajes de verano, pero por su
textura líquida y el tiempo que tiene es lógico que haya pasado esto. Y no voy
a quitarle méritos a mi madre porque realmente las dos sombras de ojos en polvo que veis acabadas, una de Astor y otra de L’Oréal,
eran de ella antes de que yo se las “robara” en su día, así que mucho del
producto lo llegó a usar a ella aunque yo he ayudado a que lleguen a su fin. No
creo ni que existan ya en el mercado pero por si acaso os dejo sus nombres: 703 Eye Shadow Mono de Astor y 09 Fôret de L’Oréal.
Vamos
ahora con lápices y delinadores de ojos.
Muy recomendable el Tattoo Liner de Kat
Von D si lo que te gusta es delinearte con un formato rotulador. El que yo
he acabado es el tono Trooper, el negro, y es una minitalla, y no me importaría
repetir con él porque me facilitaba mucho a la hora de hacer el rabillo. El que
no me ayudaba nada en esa tarea era el marrón que veis en la imagen de la marca
Le Pinceau (no recuerdo para nada
cuándo ni dónde lo compré). Los pelos eran muy largos y sueltos y al final no
tenías control sobre el delineado.
Y en
contra también de la opinión popular, a mí no me ha gustado el lápiz “Zero” de los 24/7 Glide-on Eye
pencil de Urban Decay. Se vendía como cremoso, resistente al agua,
infalible en la waterline… y en mi caso, o estaba defectuoso, no me parecido
nada de lo mencionado. Era muy seco, costaba deslizarlo sobre el ojo y no me
pigmentaba en absoluto en la línea de agua. Además es muy caro para no darme
ningún buen resultado. Lo he gastado usándolo a ras de pestañas pero me costaba
mucho que pigmentara así que no me resultaba agradable de usar en el ojo.
Y, por
supuesto, en cuanto a ojos no puede faltar una buena tanda de máscaras de pestañas. Sin duda
es lo que más rápidamente gastamos y para muestra las 5 que hoy os enseño.
Rápidamente os resumo que de mi Project Pan he logrado acabar con Volumizing
Mascara de Bellápierre y False Lashes Concentrate de Kiko. La primera era inapreciable en mis pestañas y se ha
secado sin apenas ser usada y la segunda era un top coat de Kiko que aportaba
volumen en las pestañas y que me encantaba para usarla tanto por sí sola como
para dar un acabado más “dramático” después de usar otra.
De las
tres restantes os recomendaría sin ninguna duda por calidad-precio la Maxi Volumen de Deliplus, que no me
suele faltar en mi arsenal. Y las otras dos, Dream Look y la edición
especial de Keith Haring de la 24Ore Absolute Volume de Deborah, tampoco me
han disgustado. Especialmente destaco el volumen y espesor que consigo con la
segunda.
Y finalmente os voy a mostrar la súper
limpieza de esmaltes estropeados que
he hecho. Hace unos años sí acostumbraba a cambiarme de manicura cada semana e
incluso a hacer nail art, por lo que me fui aprovisionando con los años de
mucha variedad de tonos de esmaltes, así como de diversas marcas, pero hace un
par de años que ya no soy nada asidua a maquillarme las uñas y, al final, esos
esmaltes se van poniendo malos y hay que retirarlos. Los componentes se
separan, quedan acuosos, aceitosos… y ni quedan bien ni son seguros para
nuestras uñas, así que ha tocado limpieza profunda. En la imagen podéis ver
marcas low cost como Essence, Wapa Cosmetics,
Flormar, Astor, Catrice, Deliplus… pasando por China Glaze, MeMeMe o Avon.
Incluso tengo esmaltes de tiendas como Claire’s,
H&M o el ya desaparecido Blanco.
En cuanto a alta gama encontramos
también dos marcas que es cierto que me han durado mucho pero de las que
lamentablemente me tengo que despedir:
Essie y Opi. Alguno de los esmaltes sí ha llegado a su fin pero la gran
mayoría se van a la basura sin haber sido terminados. Una pena y una lección de
la que aprender.
Hasta aquí esta tanda especial de
productos terminados de maquillaje. También debo decir que he regalado a
familiares y amigas un montón de maquillaje en buen estado pero que no utilizo
a día de hoy, así que por esa parte me siento “orgullosa” de no acumular por
acumular. Mi objetivo es no ir almacenando tantísimo maquillaje, ir acabando
antes de abrir nuevo, al menos en lo referente a bases de maquillaje,
correctores y productos líquidos o en crema del estilo que pueden ver alterada
su composición y caducar. No quiere decir que no consuma de vez en cuando, pero
con algo más de cabeza. ¿qué tal se os da acabar maquillaje a vosotras?
Ohhh!! Que montón de esmaltes van a la basura!! Yo también he hecho limpieza estos días. Bsss
ResponderEliminares una pena pero tienen mucho tiempo y se han terminado estropeando ;(
Eliminarohh muero de envidia con las lacas de uñas!
ResponderEliminaryo de pena por tener que tirar tantas jaja
Eliminar¡Qué de cosas has terminado! El corrector de catrice yo lo tenía y no me gustaba mucho, me quedaba muy claro; y hace poco también hice limpieza de esmaltes y tire todos los que estaban malos.
ResponderEliminarun abrazo
y de textura y acabado tampoco te convencía? porque igual con un tono más te gustaría. besos
Eliminar¡Has terminado un montón de cosas! Lo de los esmaltes es un rollo, la mayoría se secan cuando les queda menos de la tercera parte y toca tirarlos :(
ResponderEliminar¡Besos guapa!
si es que no consigo terminar ni los más chiquitajos jaja
EliminarTe ha cundido, desde luego!!
ResponderEliminarYo hice hace unos meses una purga de esmaltes y acabé ttirando una bolsa llena deellos. Besos!
me da que si revisamos tods nuestros esmaltes tiraríamos un montón... besos
EliminarCoincidimos en el corrector de Catrice y las máscaras de pestañas de Deborah y Mercadona. Yo también he donado bastante maquillaje para un mercadillo solidario que organizan mis alumnos.
ResponderEliminarUn besito.
ohhh pues has tenido un gran gesto!
EliminarHace años utilicé Master Touch Concealer de Max Factor y coincido contigo. De lo demás no he usado nada, que rabia da cuando se secan las sombras líquidas o en crema. bsts
ResponderEliminarsi es que no se notaba nada con él, qué chasco!
Eliminarvaya limpia has hecho con los esmaltes!!!
ResponderEliminarpufff si revisas los tuyos fijo que caen unos cuantos, me temo, jaja
EliminarJusto hace unos meses hice lo mismo con mis esmaltes....y cantidades similares a la tuya se fueron para siempre jeje! Que ganas de probar la Ilumi de Bell, saludos!
ResponderEliminarda una pena... pero a veces es necesario :((
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