Me consta que es bastante difícil ver maquillaje en los posts de productos terminados, pero hoy vengo con una valoración final de toda esta colección de productos de maquillaje acabados. ¡Espero que os sirva mi opinión!
Me propuse acabar con bases de maquillaje
abiertas antes de comenzar con alguna nueva que tengo, y he cumplido, así que
por el momento os puedo hablar de estas cinco pero os adelanto que tengo otro
par de ellas a puntito de caramelo también. Gracias a un rescate del mes del
verano pasado volví a recuperar las dos BB Creams de Skin79 que tengo: Vital Orange y Hot Pink.
Principalmente las he estado usando durante los meses de mayor sol porque
tienen SPF. Aunque a priori parece que tienen casi las mismas características
yo he usado la naranja cuando buscaba mayor cobertura y la rosa cuando quería
un acabado mucho más ligero. La rosa, además, me aportaba bastante jugosidad a
la piel y es algo que tampoco es que me haya emocionado especialmente al tener
la piel mixta. No me han disgustado por completo, pero tampoco me han gustado
tanto como para repetir con ellas.
No
ocurre lo mismo con la HD Liquid Coverage
Foundation de Catrice, una
base muy líquida que me ha encantado y con la que sí repetiría sin dudarlo.
Tiene una alta cobertura sin llegar a ser una plasta en la cara, lo cual me
encanta porque logro cubrir imperfecciones, pero sin un aspecto acartonado. No
me aportaba grasa y, además, tenía una larga duración. Como veis todo ventajas
a las que tenemos que sumar el precio low cost.
Otra base favorita que he acabado y con la que ya he repetido en alguna
que otra ocasión es la Nude Liquid Powder de Bell. Más o menos conseguía
el mismo efecto que con la anterior: alta cobertura sin una piel acartonada. Me
cubría muy bien los granitos o rojeces pero dejando una piel muy natural y
matificada sin necesidad de sellarla. Es quizá la base con la que me veo la
piel más bonita.
Y por último retiro la Future Solution LX Total Radiance Foundation de
Shiseido porque huele demasiado a alcohol y doy por hecho que se ha puesto
mala con el tiempo. Se vendía como una base que reparaba la piel de los signos
del envejecimiento, que unificaba el tono y proporcionaba muy buena cobertura
para las pieles maduras. Lo que pude probarla es cierto que la cobertura estaba
muy bien y daba un brillo especial a la piel. En cuanto al tratamiento de las
arrugas poco os puedo decir al respecto. Estaba bien pero hay bases más
económicas que me gustan más.
Pasamos ahora a las prebases de sombras acabadas, un
producto que no me puede faltar debido a mi párpado graso y gracias al que
cambió completamente el aspecto de mis maquillajes. Y en este caso es un SI y
un NO rotundo. Lightening Eyeshadow Base de
la línea hipoalergénica de Bell es la que no me ha gustado nada y,
de hecho, ya salió en un post de decepciones. Viene en formato tarro y según
intento coger producto, tanto con la yema del dedo como con un pincel de pelo
sintético plano, se van haciendo pelotillas y no consigo extenderlo en el
párpado de forma homogénea. Además, se supone que era una prebase con efecto
iluminador pero para mí esa luz no aparece por ningún lado.
Y el rotundo sí es la prebase Eyeshadow Primer de Milani. Su
relación calidad-precio es estupenda. Me aguanta el maquillaje de ojos perfecto
durante todo el día sin hacer ni un solo pliegue, independientemente de las
horas que esté maquillada. Además, tiene un precio muy económico, por lo que
suelo repetir con ella.
Llega el turno de un par de correctores. Terminé el corrector
en stick de la línea Fórmula Pura de Deborah Milano. El formato me ha
resultado muy cómodo y la fórmula también me ha gustado mucho para cubrir
ojeras más marcadas. Tenía una textura cremosa, por lo que era muy sencillo de
aplicar e integrar en la zona sin dañarla. No me aportaba luminosidad, que es
algo que yo suelo buscar en un corrector, pero muchas veces lo usaba a modo de
“precorrector” para cubrir bien la ojera y luego si quería más luz en la zona
aplicaba encima de la base otro más luminoso. También es el típico corrector
que he usado para cubrir granitos e imperfecciones con muy buen resultado.
Y en otro formato y acabado completamente diferente encontramos Skinflash
de Dior, un corrector iluminador que realmente no he usado para cubrir
ojeras, si no para dar luz a la zona o iluminar ciertas partes del rostro. Estaba
bien pero para el precio que cuesta no repetiría con él y buscaría algo más
asequible.
También he acabado dos productos para las cejas. Por un
lado he terminado el WunderBrow de Wunder2, un fijador con color con el que conseguía rellenar las
cejas (aunque el aplicador era un poco basto como para dibujar pelito a pelito)
y mantener los pelos en su sitio durante todo el día. Era muy eficaz en ese
aspecto, de los que más me han fijado las cejas hasta el momento.
Por
el contrario, si buscamos rellenar pelo a pelo con mucha precisión las cejas
tenemos el otro producto que he acabado: 24Ore
Brow Micropencil de Deborah Milano. Me ha encantado la punta tan fina que
tenía para para rellenar las calvitas y lo natural que quedaba la ceja con él.
Además, me ha cundido más de lo que esperaba. Eso sí, sólo las rellenaba, no
las fijaba en su sitio.
Las
máscaras de pestañas no
pueden faltar en un post de terminados. En esta ocasión os muestro tres que han
llegado a su fin. La primera es “Better
than sex” de Benefit. Una máscara que lo que más me ha aportado es volumen
a la pestaña. Quizá algo de largura y curvatura también pero destaco más el
volumen.
La
segunda también me aportaba volumen pero tenía el plus de ser resistente al
agua, así que la he acabado en estos meses de más calor. De hecho es la versión
waterproof de la máscara 24Ore Instant Maxi Volume de Deborah Milano.
Y
en tercer lugar también de Deborah he terminado la máscara Dangerous Curves
de Deborah Milano, con la que lograba unas pestañas más curvadas, algo muy
complicado para los pelos tan tiesos que tengo.
Me
parece todo un logro que en un post de terminados de maquillaje aparezcan
tantos lápices de ojos. Pese
a que uso a diario este tipo de producto, es difícil acabarlos cuando tienes
tantos, así que me siento más que orgullosa de ello. Normalmente me maquillo la
waterline con un lápiz negro así que es lógico que haya acabado dos. Uno de
ellos es el lápiz “Zero” de la gama 24/7
de Urban Decay. Es el segundo que gasto porque me venía en algún kit.
Realmente no es un lápiz que me haya gustado y que me compraría por sí solo
porque no me servía para la waterline, que es para lo que yo uso principalmente
los lápices en negro. Sin embargo, el que sí me ha gustado y sí repetiría con
él es el lápiz “Black to Earth”
de la gama Graphic Eyes+ de Zoeva. Lo
podéis comprobar en la imagen porque prácticamente no podía ya ni agarrarlo de
lo que le he apurado. Muy negro, pigmentaba genial en la línea de agua y era
muy duradero.
También retiro ya el lápiz 121 Azure Shimmer de Rimmel
porque, aunque hace años me pigmentaba muy muy bien en la waterline, ya en sus
últimos tiempos ha perdido su efectividad. No le culpo, lleva muchísimos años
en mi poder y es lógico que ya no funcione igual. Pero aún así, lo he
disfrutado de lo lindo cuando me he maquillado en tonos azules.
Y como eyeliner en formato rotulador os enseño que
he acabado con el 24Ore Divine de Deborah Milano. Un eyeliner con punta
de fieltro algo más grande de lo habitual pero que me resultaba igualmente
cómodo de usar. La forma en llama me venía bien tanto para hacer líneas más
finas o más gruesas dependiendo de cómo la posicionara en el párpado. Tenía un
color negro intenso que me gustaba mucho pero no me ha resultado tan infalible
en cuanto a duración porque en varias ocasiones se me ha corrido el “rabillo”.
Así que con éste no repetiría porque la firma les tiene mejores.
Y después de la criba de esmaltes que
hice en el anterior productos terminados de maquillaje, pocos pueden aparecer
por aquí; pero de nuevo revisando aquellos que estuvieran en mal estado tengo
que retirar estos dos: “Nail Thickener” de Bohema, un tratamiento que
aumentaba el grosor de las uñas y ayudaba a que las uñas finas se endureciera.
Lo cierto es que sí me funcionó en ese sentido y lograba que no se me rompieran
en capas.
Y otro esmalte que ha llegado a su fin ha sido el 831
de la gama Quick Dry de Kiko, una línea que me encanta porque su secado es
mucho más rápido. El color, un azul Klein, me encantaba cómo quedaba en las
uñas, sumado a que era cubriente y ese plus del secado, hace que si puedo me
volveré a hacer con él.
Todos estos son los productos de maquillaje que he
conseguido terminar. Espero poder ampliar en próximos posts con polvos,
correctores, más bases e incluso estaría muy bien con alguna sombra. ¿Vosotras
cuál es el producto de maquillaje que consumís más rápidamente?
me alucina todo el maquillaje que has sido capaz de acabar
ResponderEliminarOrgullosa que me siento jaja
EliminarYo también estoy terminando un montón de productos de maquillaje.
ResponderEliminarLa prebase de Milani a mi no me va bien porque mi párpado no es graso y me reseca de más. Tengo el bote casi entero muriendo de pena.
Besos!
Pues es bueno saberlo porque claro yo la recomiendo con los ojos cerrados pero para mí tipo de párpado, claro pero está. Un beso
EliminarMe has recordado esa prebase de Milani y cuando termine la que tengo en uso, que será más pronto que tarde, me animaré.
ResponderEliminarBesitos.
Espero que te vaya bien. Para mí esta genial!
EliminarEso se llama gastar productos y lo demás es tontería!
ResponderEliminarFicho cositas! Y coincidimos en la base de Catrice, a mi también me gusta mucho y la tengo algo olvidada. Saludos!
Pues a retomarla! Yo ya tengo que empezar a abrir nuevas...
EliminarDos de mis BB Creams de antaño
ResponderEliminarsí, míticas del pasado jaja
EliminarEsta vez no coincidimos en nada, pero me han gustado mucho tus acabados
ResponderEliminarbsss