Ya os avisé que tenía más
productos terminados en la recámara, pero por no hacer una entrada muy extensa
decidí centrarme en el anterior post sólo en productos de rostro. Hoy os
muestro los restantes que también he acabado en los últimos meses.
Una nueva espuma de ducha de Rituals ha llegado a su fin: Yogi Flow, compuesta por rosa
centifolia india y aceite de almendra dulce, dos ingredientes del Ayúrveda que
aportan un aroma dulce en la piel. Me encanta como “capricho”, porque realmente
para el día a día uso un gel de ducha normal que no sea tan caro. Pero para
días puntuales opto por lavarme con este tipo de textura porque me resulta muy
agradable. También es verdad que con poca cantidad tengo para lavarme todo el
cuerpo, así que sí es un producto que me cunde. No obstante, siempre aprovecho
cuando sale en promoción con alguna revista para que salga a mitad de precio.
Retiro también las dos esponjas de baño konjac de You are the
princess que tengo. La negra era una esponja limpiadora de cuerpo con
efecto peeling destinada a las pieles acneicas, pero no tengo esa problemática
corporal, así que apenas la he dado uso. Alguna vez la he usado a modo de
exfoliación pero prefiero los productos específicos para ello. Me parecen más
cómodos y efectivos. Y la esponja blanca es la konjac natural de la firma, con
efecto peeling purificador para una piel más lisa, suave y mate. Me ha parecido
bastante suave y a mí me gusta notar bien el gránulo para saber que realmente
retira las impurezas, así que la tenía olvidada en la ducha también y para no
usarlas mejor las desecho ya.

Siguiendo con la ducha os traigo
varios productos capilares. En verano me suelo dejar el cabello secar al aire
y, por lo tanto, dejo salir más a menudo mi rizo natural. Pera que quede algo
más definido suelo tener un champú específico para rizos como es el Hidra Rizos de Fructis de Garnier. Éste
ya ha llegado a su fin, pero ya tengo repuesto porque me suele ir bien para lo
que os digo. Noto que si no lo uso, el rizo queda más caído.
Otro champú al que digo adiós es el sólido
Snow Fairy de Lush. Pese a que conseguí acostumbrarme al formato, y de
primeras me gustó, cada vez que estaba más desgastado más difícil se me hacía
de usar. Y veo imposible aprovecharlo al 100%. Así que aunque limpiaba bien, no
repetiría con él ni por el fantástico aroma de Snow Fairy, porque realmente no
era tan intenso como yo quería.
También de Garnier, pero de la línea
Original Remedies, os muestro dos productos: la mascarilla nutritiva cremosa y el aceite en crema sin aclarado de
Elixir de Argán. Esta gama en concreto ayuda a recuperar la nutrición en
los cabellos secos y apagados. Aunque el aceite en crema no necesita aclararlo,
yo sí lo hago porque no me gusta el residuo que se queda en el pelo, así que
finalmente ambas las he usado como una mascarilla normal y con las dos he
notado prácticamente lo mismo: mucha suavidad e hidratación en el cabello. En
ese sentido me encantaba cómo me dejaban el pelo ambas.
Y he terminado al Acondicionador Instantáneo de Dolores
Promesas. Es un producto enriquecido con keratina para evitar el
encrespamiento que usaba justo después del aclarado finald el cabello. Me
ayudaba a desenredar mejor el pelo (aunque siempre lo combinaba con el Uniq
One), pero no ha logrado quitarme el encrespamiento al cien por cien, así que
tampoco es que me haya llamado la atención especialmente como para repetir con
él. Sería un paso más extra innecesario en mi caso.
Vamos con los corporales tras la
ducha. Por un lado hemos terminado el protector
solar Advanced Protection Kids de Banana Boat con SPF50. Repetimos por
segunda vez con él y de nuevo nos ha funcionado bien para evitar quemarnos la
piel en verano. Además, es resistente al agua y a la arena, algo que se
agradece. Está más indicado para niños pero lo hemos usado adultos
indistintamente.
Ya me he reconciliado con las cremas corporales, así que de vez en
cuando iréis viendo alguna en terminados. La primera que quise gastar por el
tiempo que llevaba en el cajón es “She…
is sweet” de Hunca. Era bastante ligera y cómoda de aplicar y, además, no
tardaba mucho en absorberse, así que punto positivo para ella. Pero la firma
señala en el packaging que es una loción corporal con glitter y yo sinceramente
no se lo he notado, así que si realmente queréis ese efecto en vuestra piel no
creo que lo consigáis con ella. El aroma era floral frutal pero bastante suave.
En ese sentido me ha gustado también.
Otro acabado ha sido el gel anticelulítico de Mondariz. Promete
reducir la celulitis y mejorar la textura de la piel pero, obviamente, si no lo
combinamos con buena alimentación y ejercicio no va a conseguir milagros. Como
en mi caso no he cumplido todos los requisitos no puedo decir que me haya
ayudado con la celulitis, pero sí os comento mis sensaciones al aplicarlo: se
notaba mucho frescor en la zona, como si llevara algo mentolado. Y eso me
gustaba porque me relajaba las piernas. En cuanto a la absorción sí os diré que
durante un ratito se queda la piel algo pegajosa pero tampoco me ha parecido
nada exagerado ni luego me ha manchado la ropa.
Turno de un par de perfumes. De hombre mi marido ha
acabado Mandarina Duck Black. Podéis
buscar las notas olfativas por Internet, pero entre ellas está la naranja, la
flor de tiaré, la vainilla o el sándalo, por lo que deduciréis que es algo
dulce y, a mí, personalmente, me gustaba mucho. También estaba bien en cuanto a
duración.
Y en mi caso he terminado Poison Girl de Dior, un perfume que
llegó a mis manos por casualidad y que me ha enamorado. Es floral agridulce y,
entre sus ingredientes, destaca la naranja amarga, la rosa de grasse y el haba
tonka de Venezuela. Es un perfume que se nota cuando lo llevas, es potente pero
sin ser muy empalagoso y, además, es muy duradero. A mí me ha encantado.
Por ahora éstos son los productos
acabados que aún me quedaban por enseñaros. Contadme si habéis probado alguno
de ellos y cuáles son vuestras impresiones.